El ministro de Salud, Víctor Atala, anunció que el gobierno trabaja en la instalación de tres unidades especializadas para atender quemados en distintas regiones del país, incluyendo la zona norte y el Cibao. Esta iniciativa busca fortalecer la capacidad del sistema de salud para enfrentar emergencias relacionadas con quemaduras, mejorando así la atención y la recuperación de los pacientes.
Además, Atala resaltó la importancia de fomentar la donación de tejidos, un aspecto clave para el tratamiento de quemados, y explicó que se está trabajando en campañas de concienciación y acuerdos internacionales para facilitar estos procesos. El ministro también mencionó que, junto a otras instituciones, se busca establecer una cultura de donación más sólida y sostenible en la sociedad.
Estas declaraciones fueron ofrecidas en el marco de la juramentación del Comité Hospitalario de Trasplante del Hospital José María Cabral y Báez, donde se destacó el compromiso del Ministerio de Salud con la mejora continua del sistema sanitario.
El ministro Atala enfatizó que la creación de estas unidades no solo implica la construcción de infraestructuras, sino también la capacitación del personal médico y la dotación adecuada de insumos especializados para el tratamiento de quemaduras. Destacó que es fundamental contar con equipos multidisciplinarios que puedan brindar atención integral a los pacientes, desde la emergencia hasta la rehabilitación.
Asimismo, señaló que la negativa familiar a la donación de tejidos sigue siendo un reto importante, con un porcentaje estimado de rechazo cercano al 70%. Para combatir esto, el Ministerio de Salud está promoviendo programas educativos dirigidos a estudiantes y comunidades para derribar mitos y tabúes, y así fomentar una cultura de donación que permita salvar más vidas.
Finalmente, Atala aseguró que el proyecto cuenta con el apoyo de organismos nacionales e internacionales, y que se están realizando gestiones para garantizar la sostenibilidad financiera y operativa de las nuevas unidades. Reafirmó el compromiso del gobierno de mejorar la calidad de los servicios de salud, especialmente en áreas tan sensibles como la atención a pacientes quemados.