Después de más de un año de batallas en los tribunales, el padre de Britney Spears ha comunicado este jueves que va a renunciar a la tutela legal de su hija, aunque no ha fijado una fecha. Desde 2008 que Jamie Spears, junto a un fideicomiso, ha supervisado por decisión judicial las finanzas, la agenda y hasta los detalles más minúsculos de la vida de la estrella del pop, de 39 años, después de que esta sufriera un colapso nervioso cuando se encontraba en el huracán del ojo público. “Señoría, mi padre debería estar en la cárcel”, dijo la cantante el pasado junio ante la jueza en una audiencia en la que denunció los abusos laborales a los que había sido sometida y donde amenazó con demandar a su familia por lo que le ha hecho.