La joven Natalie Rizik vivió una experiencia traumática al descubrir que un hombre se hacía pasar por ella en redes sociales para enamorar a otros hombres. El caso salió a la luz tras un incidente en un concierto, donde uno de los engañados la abordó violentamente creyendo que mantenía una relación con ella. La investigación reveló que el responsable, César Hazay María Medrán, utilizaba sus fotos, nombre y detalles personales para construir una identidad falsa.
A pesar de haber sido confrontado y prometer detenerse, Medrán continuó creando perfiles falsos, incluso con la identidad de familiares y amigos cercanos a Natalie. Fue sometido a la justicia, pasó tres meses en prisión preventiva y fue condenado con una pena condicional, bajo advertencia de que cualquier reincidencia lo llevaría directamente a la cárcel.
La ley dominicana sanciona el robo de identidad con penas de hasta siete años. Sin embargo, expertos consideran que se necesitan reformas más estrictas. El caso de Natalie también ha sido analizado desde un enfoque psicológico, al vincularse con posibles trastornos disociativos de personalidad en el agresor.