La familia de Melvin del Rosario Gil, detenido por el asesinato de la ciudadana belga Marina Henrietta Belmuth en Cabarete, Puerto Plata, asegura que el joven es un “chivo expiatorio” de las autoridades. Según su testimonio, el retrato hablado realizado con base en la declaración del sobreviviente del asalto no coincide con las características físicas de Melvin. Además, sostienen que al momento de su detención no presentaba signos de golpes en la cabeza, como los que el testigo afirmó haber causado al agresor.

Los parientes señalan que Melvin fue arrestado el 28 de junio frente a su vivienda sin orden previa y que la orden de arresto fue emitida al día siguiente, cuando ya se encontraba bajo custodia. Aseguran que se le violaron derechos fundamentales, al impedirle comunicarse con un abogado o su familia, y que fue sometido a torturas en el destacamento, incluyendo golpes y asfixia con una funda en la cabeza, para forzarlo a declararse culpable.

La defensa del detenido insiste en que existen pruebas de que Melvin se encontraba en otro lugar durante el crimen, y solicita que el Ministerio Público y la Policía Nacional realicen una investigación exhaustiva. La comunidad local, pendiente del caso, espera que la justicia actúe con imparcialidad y se determinen las verdaderas circunstancias de la muerte de la turista belga.