El comunicador Manuel Cruz analizó la reciente rendición de cuentas de la magistrada Miriam Germán Brito, destacando tanto su carrera como jueza de la Suprema Corte de Justicia como sus últimos años al frente de la Procuraduría General de la República.

En su discurso de despedida, Miriam Germán afirmó: “Ni gané ni perdí, solo me marcho tranquila”, subrayando su satisfacción por los logros alcanzados. Sin embargo, Manuel Cruz cuestionó algunos aspectos de su gestión, señalando que desde el primer día la magistrada mostró desdén hacia las críticas externas.

Cruz, quien expresó un gran respeto por Germán Brito, comentó que, aunque admiraba su carrera, consideraba que había una discrepancia abismal entre su desempeño en la Suprema Corte y su rol como Procuradora General. “Desde el primer momento, usted mostró que le resultaban displicentes las críticas, y quien no está dispuesto a escuchar críticas, lo primero que debe hacer es no ocupar un cargo público porque eso viene con las críticas”, afirmó Cruz.

Cruz sugirió que el mensaje de Germán Brito sobre las “contradicciones internas” en la Procuraduría estaba dirigido a ciertos colegas, insinuando una posible referencia a Jenny Berenice Reynoso, quien ha sido mencionada como una posible sucesora. “Ese mensaje fue directo y en vivo”, afirmó Cruz, insinuando que Germán Brito estaba advirtiendo al presidente sobre personas dentro de la Procuraduría que personalizan el ejercicio de la persecución penal y tienen agendas personales.

El análisis de Cruz concluyó destacando que, aunque reconoce la valía y la trayectoria de Germán Brito, considera que su gestión como Procuradora General estuvo matizada por el populismo, según las palabras del ex magistrado de la corte constitucional italiana Gustavo Zagrebelsky: “El populismo es la religión del siglo XXI”.