Un sistema de tormentas ha desatado fuertes lluvias en varias regiones del este y sureste de Estados Unidos, afectando a millones de personas y generando riesgos de inundaciones repentinas en zonas ya saturadas por precipitaciones anteriores. Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), más de 44 millones de ciudadanos están bajo alerta desde Carolina del Norte hasta Nueva Inglaterra, incluyendo importantes ciudades como Washington D.C., Baltimore, Filadelfia y Nueva York.

Las lluvias, que en algunas áreas han superado los 12 centímetros en pocas horas, han colapsado sistemas de drenaje urbano y provocado anegamientos de calles, interrupciones eléctricas y cierre de vías. En estados como Pensilvania y Nueva Jersey ya se reportan evacuaciones preventivas, mientras equipos de rescate se mantienen activos ante posibles emergencias. Las autoridades han pedido a la población evitar desplazamientos innecesarios, especialmente durante las horas pico de la tarde.

La situación se agrava en regiones donde el suelo ya estaba saturado por lluvias recientes, lo que aumenta el riesgo de deslizamientos y crecidas repentinas. Expertos advierten que la combinación de tormentas lentas, humedad acumulada y cambios atmosféricos podría extender los efectos durante toda la semana, con nuevas rondas de lluvias intensas previstas para el fin de semana.

Además, los meteorólogos están dando seguimiento a un sistema con potencial ciclónico que se mueve lentamente frente a las costas del sureste, especialmente en la zona de Florida. Aunque aún no se ha clasificado como tormenta tropical, su interacción con el sistema actual podría reforzar las lluvias y generar condiciones más peligrosas en áreas costeras y del interior.

El impacto del cambio climático también es parte del debate, ya que estudios recientes indican que los eventos de lluvias extremas se han vuelto más frecuentes e intensos en EE. UU. desde la década de 1970. Ciudades como Nueva York, Boston y Atlanta han experimentado aumentos sostenidos en los niveles de precipitación durante eventos meteorológicos severos.

Frente a este panorama, las autoridades insisten en que la población se mantenga informada, prepare kits de emergencia y siga las recomendaciones oficiales. La prioridad, aseguran, es evitar la pérdida de vidas humanas y mitigar daños materiales en una temporada que promete más desafíos por delante.