San Francisco de Macorís. – Un hombre identificado como Pedro Ramos denunció públicamente que fue agredido físicamente por un colmadero del barrio San Pedro, luego de un confuso incidente relacionado con el pago de un refresco valorado en 25 pesos. Según su testimonio, el propietario del colmado, a quien identificó como “Juan Luis”, lo golpeó con un bate tras alegar que no había recibido el dinero.

Ramos explicó que colocó los 25 pesos sobre el mostrador y pidió el refresco, pero el colmadero se enfrascó en una conversación con otra persona y luego aseguró que no había recibido el pago. Ante la negativa, Pedro pidió revisar las cámaras de seguridad para aclarar el malentendido, pero el colmadero se negó y lo atacó violentamente, causándole lesiones en el brazo y otras partes del cuerpo.

“Me dio un batazo aquí que me dobló el brazo, y otro aquí”, relató Ramos, mostrando las heridas. Indicó que nunca había tenido problemas previos con el comerciante y que frecuentaba ese establecimiento por ser vecino del sector.

Además de Juan Luis, Pedro afirmó que otras personas, incluyendo una mujer relacionada con el colmadero, se unieron a la agresión, convirtiendo la situación en un ataque grupal. “Vinieron con coro… la mujer me dio una trompada también”, denunció.

Tras el ataque, Ramos acudió a un centro médico para recibir atención y luego se dirigió a poner la querella formal ante las autoridades. “Quiero que lo metan preso y que me pague hasta la receta. Eso no se hace por 25 pesos”, expresó con indignación.

El hecho ha generado indignación entre los residentes del barrio San Pedro, quienes piden que se investigue el caso y se haga justicia. Ramos concluyó su denuncia pidiendo protección y responsabilizando al colmadero de cualquier represalia futura.Las autoridades locales ya habrían recibido la denuncia y se espera que en las próximas horas se inicie una investigación formal para esclarecer los hechos. Mientras tanto, la comunidad del barrio San Pedro permanece atenta al desenlace del caso, exigiendo que se tomen medidas ejemplares contra la violencia ejercida por el comerciante y sus acompañantes.