Un hombre murió y otro resultó herido durante un enfrentamiento a tiros entre presuntas bandas rivales ocurrido en el sector La Caleta, en Boca Chica. Las autoridades indicaron que la víctima fatal fue identificada como Junior Contreras, de 29 años, residente en Sabana Perdida, Santo Domingo Este, quien falleció en el lugar tras recibir múltiples impactos de bala.

El herido, cuya identidad no fue revelada por las autoridades, permanece ingresado en la Clínica María Dolores, donde recibe atención médica por la gravedad de sus lesiones. Según los primeros informes, el tiroteo se desató durante un conflicto entre los integrantes de las presuntas bandas, aunque las razones del enfrentamiento aún se investigan.

Las autoridades policiales se mantienen en el área para recopilar información y tratar de identificar y detener a los responsables del hecho, mientras recomiendan a la población evitar transitar por la zona hasta que la situación esté completamente bajo control.

Este incidente se suma a una serie de enfrentamientos violentos en la región que han puesto en alerta a las fuerzas de seguridad, que continúan trabajando para prevenir más hechos de violencia y garantizar la seguridad de los residentes de Boca Chica y sus alrededores.

DELINCUENCIA EN RD

La delincuencia en la República Dominicana continúa siendo una preocupación constante, afectando tanto zonas urbanas como rurales. Robos, atracos a mano armada, homicidios, violencia juvenil, tráfico de drogas y contrabando de mercancías figuran entre los delitos más frecuentes, generando un clima de inseguridad que impacta directamente la vida de los ciudadanos. En los últimos años, la actividad de bandas organizadas ha crecido, operando en barrios de la capital y provincias del interior, vinculadas al narcotráfico, contrabando de armas y otros ilícitos, muchas veces con violencia extrema que impone terror en las comunidades.

Las denuncias por hechos delictivos aumentan día tras día, con crímenes cometidos incluso en plena luz del día, incluyendo tiroteos y enfrentamientos entre pandillas. A pesar de los esfuerzos del gobierno y de la Policía Nacional con planes estratégicos como “Mi País Seguro”, la criminalidad estructural sigue en ascenso, alimentada por factores como desempleo, desigualdad social, impunidad y falta de oportunidades para los jóvenes.

La ciudadanía exige medidas más efectivas que combatan la estructura criminal organizada, así como una reforma profunda del sistema judicial y policial que priorice la prevención, garantice justicia para las víctimas y desarticule las redes de narcotráfico y contrabando que operan en el país.