Durante su programa El Jarabe, el periodista Marino Zapete analizó el caso del presidente de Fenatrado, Blas Peralta, enfatizando que su puesta en libertad representaría un grave riesgo. Según Zapete, no existen condiciones jurídicas ni morales para variar la medida de coerción, debido al tipo de crimen imputado —el asesinato del exrector Mateo Aquino Febrillet— y al peligro que representa tanto para terceros como para sí mismo. “Tiene enemigos que pueden matarlo, y él ya demostró que puede matar”, advirtió el periodista. Recordó también que el arraigo económico no siempre juega a favor del imputado, especialmente cuando el crimen podría conllevar la pena máxima.
Paralelamente, la periodista Edith Febles abordó la preocupación en torno a intentos de manipulación de pruebas relacionadas con el caso, mencionando que hubo interés en acceder a grabaciones del sistema 911. Aunque esta institución no ha sido asociada a escándalos, Febles explicó que algunos implicados, incluyendo al coronel retirado Rafael Herrera Peña, planeaban “levantar las cámaras” de la zona del crimen. Esta revelación ha encendido las alarmas, pues sugiere un intento coordinado de interferir con evidencia oficial de una entidad que hasta ahora se ha mantenido como un bastión de integridad.
Ambos periodistas coincidieron en señalar una estructura criminal con rasgos paramilitares, en la que miembros activos y retirados de la Policía Nacional siguen teniendo acceso privilegiado y utilizan sus contactos para operar impunemente. El Ministerio Público ha confirmado la existencia de una red investigada por lavado de activos y conexión con el narcotráfico, lo que pone en evidencia un sistema infiltrado por intereses delictivos. En palabras de Zapete, la presión social debe mantenerse, pues “no se trata de un caso aislado, sino de un entramado de poder que está dispuesto a todo para encubrir a los suyos”.