La periodista Altagracia Salazar respondió recientemente a las críticas recibidas tras su análisis sobre el retiro de la reforma fiscal anunciada por el gobierno. Según Salazar, aunque la cancelación del proyecto fue comunicada, no hubo celebraciones significativas, más allá de reacciones superficiales de algunos influencers, a quienes señaló por carecer de un análisis profundo, limitándose a observar el impacto inmediato en sus entornos personales.
Salazar destacó la diferencia entre un influencer y un periodista, señalando que mientras los primeros basan su influencia en las redes sociales, el trabajo del periodista es movilizar conciencias, fomentar el pensamiento crítico y contribuir a la democracia. A pesar de los ataques que ha recibido en redes sociales, la periodista defendió su rol, rechazando ser llamada “bocina” del gobierno. Enfatizó que quienes realmente se alinean con el gobierno no son los periodistas críticos, sino otros sectores.
En su análisis, Salazar sostuvo que la reforma fiscal es inevitable, ya sea en el presente o en el futuro, y que su postura se basa en un examen periodístico de la realidad económica del país. Añadió que medios importantes ya han comenzado a abordar la necesidad de este tipo de reformas y el diálogo que debe generarse en torno a ellas.