Los Ángeles. – Lo que comenzó como una manifestación pacífica terminó en una jornada caótica marcada por violencia, heridos, y detenciones en el centro de Los Ángeles. La protesta del movimiento No Kings, que exigía el fin de las deportaciones y denunciaba el trato inhumano hacia inmigrantes, se tornó violenta cuando la policía declaró ilegal la concentración y comenzó a dispersar a los asistentes con gases lacrimógenos y balas de goma.
Testigos y manifestantes narraron escenas de pánico y represión. “Tiraron bombas de pimienta, traté de patear una lejos para que no afectara a los demás, y me golpearon detrás del oído”, relató uno de los participantes. Entre detonaciones, gritos y nubes de gas, incluso periodistas acreditados fueron afectados, sin que sus credenciales ofrecieran protección alguna. Las autoridades no han confirmado la cantidad exacta de arrestados ni el estado de los heridos.
Horas antes, el panorama era muy distinto: pancartas, cantos y demandas por justicia marcaron una mañana tranquila. “Trátenlos como humanos, no como animales”, decía una manifestante. Sin embargo, al caer la tarde, la tensión alcanzó su punto máximo, dejando a una ciudad conmocionada y exigiendo respuestas ante lo ocurrido.
La protesta, organizada por colectivos de derechos humanos y grupos proinmigrantes bajo el lema “No Kings”, tenía como objetivo principal rechazar políticas migratorias que, según los organizadores, criminalizan la pobreza y la supervivencia. Durante la mañana, cientos de personas marcharon por las calles con banderas, tambores y consignas que exigían dignidad, legalización y el fin de las redadas migratorias. Sin embargo, al mediodía, un grupo de manifestantes radicalizados comenzó a bloquear intersecciones clave, lo que provocó la intervención de las fuerzas del orden.
Las autoridades alegan que varios manifestantes comenzaron a lanzar objetos a los agentes, lo que llevó a la declaración oficial de ilegalidad de la protesta y al despliegue de unidades antidisturbios. “No se puede permitir el caos en nuestras calles”, dijo un vocero del Departamento de Policía de Los Ángeles, aunque evitó responder sobre el uso excesivo de la fuerza y los daños colaterales a la prensa y manifestantes pacíficos. Videos compartidos en redes sociales muestran a agentes golpeando a personas indefensas y lanzando gases en zonas densamente concurridas.