Paula Santana, la joven encontrada sin vida en la zona franca donde trabajaba, y las preguntas sobre su muerte siguen sin respuesta. Para exigir justicia, organizaciones sociales y familiares de la víctima se manifestaron frente a la Fiscalía de Santo Domingo Este, denunciando la falta de avances en la investigación y la posible complicidad dentro de la empresa donde Paula laboraba.

Durante la protesta, los manifestantes señalaron que, además de los responsables del crimen, varios empleados de la compañía habrían protegido a los asesinos y manipulado las evidencias, incluida la posible alteración de las grabaciones de las cámaras de seguridad. “Nos hemos constituido en un comité de lucha para lograr que quienes asesinaron a Paula, quienes taparon el crimen y quienes apoyaron a los criminales dentro de la empresa y del Estado, paguen por sus responsabilidades”, manifestó una de las participantes.

Paula Santana fue vista por última vez en la madrugada del 21 de febrero de 2024 cuando salió para ir al baño, pero jamás regresó. La siguiente mañana, su cartera fue hallada en el área de trabajo por el encargado de seguridad, Joaquín Alexander Hidalgo Marte, quien más tarde sería señalado como uno de los implicados. El cuerpo de Paula fue encontrado horas después en una alcantarilla, semidesnudo y con signos de abuso.

A pesar de las pruebas testimoniales y evidencias como la prenda con manchas de sangre de uno de los imputados, los responsables del crimen, Alex Elvin Cruz Díaz y Joaquín Hidalgo Marte, fueron liberados meses después por falta de pruebas suficientes. La comunidad de La Caleta y Valiente, junto con organizaciones como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el Movimiento de Mujeres Trabajadoras, siguen presionando por una resolución en el caso, exigiendo que se identifique a los culpables y se haga justicia.

El Ministerio Público sigue investigando el caso, pero la falta de avances ha generado incertidumbre entre los familiares de Paula y la sociedad, que clama por respuestas sobre el destino de los asesinos y la posible manipulación de las pruebas dentro de la empresa. La lucha por justicia continúa, mientras la memoria de Paula Santana sigue viva en la exigencia de justicia.