La muerte de Jhon Kohr Reyes, un joven de 22 años, ha provocado indignación y reclamos de justicia luego de que una cámara de seguridad captara el momento en que fue sacado sin vida del destacamento policial de Buenos Aires de Herrera, tras ser detenido en una redada en la madrugada del pasado 7 de mayo.

El video muestra cómo Reyes fue ingresado al destacamento alrededor de las 3:30 a.m., esposado y caminando por su cuenta. Sin embargo, minutos después, agentes de la Policía Nacional lo sacan aparentemente inconsciente. La constancia médica del hospital de Engombe confirma que el joven llegó sin signos vitales a las 3:50 a.m. Aunque en un primer momento se alegó que su muerte fue causada por un infarto, la autopsia del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) determinó que falleció por un trauma torácico severo, lo que ha llevado al Ministerio Público a acusar al sargento Ángel Luis Buten del Monte de homicidio.

La madre de la víctima, visiblemente afectada, denunció que pasó varios días buscando a su hijo sin recibir información clara de su paradero, hasta que finalmente le informaron que había muerto. “No fue un solo agente, se ven varios en el video. Que caigan los culpables, esto no puede quedar impune”, expresó. La Oficina de Atención Permanente de Santo Domingo Oeste dictó dos meses de prisión preventiva contra el sargento acusado, mientras se espera una revisión del caso el próximo 7 de julio.

Más detalles del caso

Ana María Reyes pasó una semana buscando a su hijo Jhon Kohr Reyes, de 22 años, detenido por la Policía Nacional durante una redada el 20 de febrero en el barrio Enriquillo de Herrera. Aunque fue visto por última vez en buen estado de salud, ninguna estación policial tenía registro de su ingreso. Fue el 27 de febrero cuando le informaron que su hijo fue llevado al hospital de Engombe esa misma noche y luego trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), donde se encontraba su cadáver.

La familia denuncia signos de tortura en el cuerpo del joven, incluyendo una torsión visible del cuello, marcas en el abdomen y una herida abierta bajo la oreja. Sostienen que Jhon fue víctima de descargas eléctricas con una pistola taser y maltrato dentro de una camioneta policial. Mientras tanto, la Policía Nacional no ha emitido una versión oficial de los hechos y los familiares deberán esperar 45 días para conocer los resultados completos de la autopsia.