El comunicador Pedro Jiménez lanzó una contundente denuncia sobre las condiciones que enfrentan muchos jóvenes peloteros en academias de béisbol en la República Dominicana, tras la trágica muerte de Ismael Ureña, un niño de 14 años. Durante su intervención, Jiménez expuso que algunos “scouts” están sometiendo a los niños a prácticas peligrosas, inyectándoles sustancias estimulantes como el “bedone”, conocido como “caballín”, para aumentar su rendimiento físico de manera artificial.

El caso de Ureña, quien soñaba con convertirse en pelotero profesional, ha sacudido al país. Según la madre del menor, su hijo fue sometido a la sustancia sin su consentimiento, lo que le causó graves efectos secundarios antes de su fallecimiento. Jiménez lamentó que, a pesar de las tragedias, las autoridades competentes, como el Ministerio de Salud Pública y el Ministerio de Deportes, no tomen medidas efectivas para supervisar estas prácticas. “Esas academias tienen a nuestros niños como si fueran pollos gringos, inyectándoles hormonas para que se desarrollen rápido y puedan ser firmados por las grandes ligas”, dijo Jiménez.

El comunicador resaltó que, detrás de esta tragedia, existe un problema más profundo que afecta a miles de jóvenes que sueñan con una carrera deportiva, pero que no reciben la orientación y protección adecuada. Además, recordó que la falta de regulación en estas academias ha generado una alarmante deserción escolar, ya que muchos niños abandonan la escuela para seguir su sueño de convertirse en peloteros.

El caso de Ismael Ureña ha encendido una luz roja sobre la necesidad urgente de una intervención gubernamental en las academias de béisbol, que no solo deben ser reguladas para evitar el abuso de sustancias, sino también supervisadas para garantizar el bienestar físico y mental de los jóvenes. “El Ministerio de Salud Pública y el Ministerio de Deportes deben poner un departamento que supervise todas estas academias”, exigió Jiménez, quien lamentó que muchos de estos menores de edad están siendo explotados y, en algunos casos, perdiendo la vida en el proceso.