Varsovia. – Polonia calificó el derribo de drones rusos en su territorio como la situación más cercana a un conflicto armado desde la Segunda Guerra Mundial. El ejército polaco informó que los artefactos violaron repetidamente su espacio aéreo mientras atacaban objetivos en Ucrania, provocando daños en viviendas cercanas a la frontera oriental. No se registraron víctimas.
La OTAN reaccionó de inmediato: defensas aéreas polacas y sistemas Patriot alemanes interceptaron los drones, y el espacio aéreo del aeropuerto de Varsovia se cerró temporalmente, afectando vuelos. El secretario general de la alianza, Mark Rutte, condenó la violación y advirtió que cada centímetro del territorio aliado será defendido.
Expertos consideran que este incidente prueba la unidad de la OTAN y evalúa la capacidad de Europa y Estados Unidos para responder ante agresiones rusas. Moscú, por su parte, abrió consultas con Varsovia, mientras analistas advierten que, si no hay una reacción contundente, podrían repetirse provocaciones en otros países miembros o aliados cercanos.
El hecho marca un precedente histórico: es la primera vez que drones rusos son derribados en suelo de un miembro de la OTAN, lo que eleva la tensión en la región y genera preocupación sobre posibles escaladas hacia un enfrentamiento directo entre Rusia y la alianza atlántica.
Mientras tanto, Polonia y otros países europeos reforzarán sus defensas y mantienen vigilancia extrema, conscientes de que la agresión rusa no solo representa un desafío militar, sino también un test de la cohesión de la OTAN frente a amenazas externas.
Analistas señalan que Rusia podría estar evaluando la reacción de la OTAN y de Estados Unidos ante incursiones de este tipo, buscando medir la unidad y determinación de los aliados. Según expertos, cualquier respuesta débil podría alentar a Moscú a realizar provocaciones similares, especialmente en países bálticos como Estonia o Lituania, que son considerados más vulnerables.
Por su parte, autoridades polacas aseguraron que continuarán con patrullajes aéreos intensivos y reforzarán la vigilancia en la frontera oriental. Mientras la tensión crece, la comunidad internacional observa de cerca, consciente de que estos incidentes podrían redefinir la seguridad en Europa y recalibrar la estrategia defensiva de la OTAN frente a Rusia.