El presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, reveló este martes que se encuentra en tratamiento de radioterapia luego de haber sido operado el año pasado de cáncer de próstata, enfermedad que aseguró fue “extirpada totalmente” de su cuerpo.

Durante la sesión del hemiciclo, el legislador del Partido Revolucionario Moderno (PRM) explicó que decidió hablar del tema “con transparencia” ante los rumores sobre su salud y sus ausencias ocasionales. “El año pasado tuve una dolencia que degeneró en un cáncer de próstata que fue, gracias a Dios, extirpado totalmente con una cirugía radical”, afirmó.

Pacheco detalló que actualmente está en un proceso de 33 sesiones de radioterapia, de las cuales ya ha completado 15, y aseguró que hasta el momento no ha presentado efectos secundarios. “Me siento bien, sin ningún problema, como un cañón, con mucha energía, como ustedes saben que siempre tengo”, expresó.

El legislador agradeció a los médicos que lo atienden y a quienes han orado por su recuperación, y aclaró que, de ser necesario, justificará formalmente sus ausencias durante octubre mientras culmina el tratamiento. “Este tipo de dolencia, dentro de lo que cabe, es la más leve, pero debo finalizar el tratamiento para evitar que sea recurrente”, concluyó.

Cáncer de próstata

El cáncer de próstata es un tipo de cáncer que se desarrolla en la glándula prostática, un órgano del tamaño de una nuez que forma parte del sistema reproductor masculino y se encuentra debajo de la vejiga, rodeando la uretra. Esta glándula produce parte del líquido seminal que nutre y transporta los espermatozoides. El cáncer de próstata suele crecer lentamente y, en muchos casos, puede no presentar síntomas en sus etapas iniciales, lo que hace que la detección temprana mediante exámenes médicos regulares sea fundamental.

Entre los factores de riesgo para desarrollar cáncer de próstata se encuentran la edad avanzada, antecedentes familiares de la enfermedad, la raza (es más frecuente en hombres afrodescendientes) y ciertos hábitos de vida. Los síntomas, cuando aparecen, pueden incluir dificultad para orinar, flujo urinario débil, sangre en la orina o dolor en la pelvis y la espalda. El tratamiento varía según la etapa de la enfermedad e incluye cirugía, radioterapia, terapia hormonal, quimioterapia o vigilancia activa en casos de bajo riesgo.