Las autoridades antinarcóticas frustraron un intento de envío de sustancias ilícitas hacia Europa tras decomisar ocho paquetes, presumiblemente de cocaína, durante una inspección rutinaria en el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA-JFPG).

La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) informó que la sustancia fue detectada en varias cajas de cartón que serían despachadas con destino a Madrid, España, como parte de una carga declarada como mercancía común. El envío figuraba a nombre de una mujer con dirección en la autopista de San Isidro, en Santo Domingo Este, mientras que el destinatario residiría en la calle Monte Perdido, en la capital española.

De acuerdo con el reporte oficial, el hallazgo se produjo cuando agentes y unidades caninas realizaban labores de verificación en uno de los depósitos de la terminal aérea, momento en que el perro detector alertó sobre la posible presencia de narcóticos. Por disposición del fiscal actuante, se procedió a la apertura de las cajas, encontrándose ocho paquetes envueltos en fundas plásticas, con un peso preliminar que supera los cinco kilogramos.

La DNCD señaló que, junto al Ministerio Público, se profundizan las investigaciones para identificar a todos los involucrados en esta operación y someterlos a la justicia. En el operativo participaron además miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria (CESAC) y personal de la Dirección General de Aduanas (DGA), como parte de los controles reforzados contra el narcotráfico internacional.

Contrabando de cocaína en RD

En 2025, la República Dominicana continúa enfrentando un desafío importante en materia de contrabando de drogas, manteniéndose como país de tránsito estratégico para organizaciones del narcotráfico internacional, especialmente en rutas hacia Norteamérica y Europa.

Las autoridades han intensificado las operaciones de interdicción en aeropuertos, puertos, costas y fronteras, con decomisos que superan las 48.3 toneladas de sustancias controladas durante el año, entre cocaína, marihuana y otras drogas, así como la detención de miles de personas vinculadas al tráfico y microtráfico de estupefacientes.

A pesar de los esfuerzos de las instituciones de seguridad y la cooperación internacional, el contrabando sigue siendo un reto estructural debido a la sofisticación de las redes criminales y la utilización de múltiples canales logísticos para el trasiego de drogas. Organismos como la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) han reforzado la vigilancia con apoyo técnico y alianzas extranjeras, resultando en cifras récord de incautaciones y operaciones contra el microtráfico en barrios y zonas rurales; sin embargo, expertos señalan que la lucha contra el narcotráfico exige políticas sostenidas, más recursos y un enfoque integral que incluya prevención y reducción de la demanda.