Una tragedia estremeció a la República Dominicana esta semana tras conocerse el asesinato de dos niños a manos de su padre, Anderson Hernández, quien luego se quitó la vida. El hecho ocurrió en el barrio Las Enfermeras, en Los Mina, Santo Domingo Este. Los menores, de apenas 3 y 4 años, fueron hallados sin vida luego de que su madre alertara a las autoridades sobre las amenazas previas que había recibido por parte del agresor, quien incluso le había advertido que la mataría si intentaba buscar a los niños.

Durante la emisión del programa El Jarabe de Zapete, Marino Zapete y Edith Febles cuestionaron con dureza la inacción del Ministerio Público. La madre de los niños, acompañada por familiares, había acudido a la fiscalía para denunciar los mensajes amenazantes que su expareja le había enviado a través de redes sociales, solicitando una orden para recuperar a sus hijos. Sin embargo, la fiscal encargada desestimó los mensajes como pruebas suficientes, limitándose a emitir una citación para que fuera ella quien se la entregara al agresor, a pesar del evidente riesgo.

Ambos comunicadores insistieron en la necesidad urgente de reformar el protocolo de atención a víctimas de violencia familiar. “Esta tragedia se pudo evitar”, afirmaron al unísono. La historia de Anderson, quien alegadamente justificó su acto con motivos económicos, contrasta con los testimonios de los familiares de las víctimas, quienes aseguran que todo obedecía a un patrón de amenazas y control hacia la madre de los menores. El caso ha generado un fuerte debate público sobre negligencia institucional y la urgente necesidad de proteger a las víctimas antes de que sea demasiado tarde.