El programa Mujeres al Borde abordó un encendido debate sobre el impacto de la música urbana en la sociedad dominicana y su creciente consumo en todas las clases sociales. Las panelistas coincidieron en que el género refleja la realidad de los barrios y la falta de oportunidades que enfrentan los jóvenes, más que una simple expresión vulgar. “Ellos cantan lo que viven, lo que conocen. No tuvieron acceso a educación musical ni apoyo estatal”, expresó una de las participantes, subrayando que el fenómeno urbano es también consecuencia de la desatención gubernamental hacia la educación.
El diálogo también destacó que, pese a las críticas, la música urbana no es negativa en esencia. Varias conductoras defendieron que su éxito radica en su autenticidad y conexión con el pueblo. “No es mala música, pero se ha vuelto una vía rápida al éxito. Muchos logran fama sin formación y después no pueden sostenerla”, apuntó otra comentarista. La conversación giró además hacia la responsabilidad de los artistas y la necesidad de profesionalizar el género para que trascienda la moda momentánea.
Durante el programa, los presentes extendieron la discusión hacia los Premios Soberano, señalando irregularidades en las nominaciones y una posible desconexión entre los resultados y la percepción del público. El periodista Fausto Polanco defendió el trabajo de ACROARTE, aunque admitió errores y pidió una revisión profunda del proceso. Las panelistas concluyeron que tanto los artistas como los medios deben actuar con más madurez, dejando atrás los ataques personales y trabajando juntos para fortalecer la industria musical dominicana.