En una intervención contundente en El Despertador, el periodista Marino Zapete denuncia que el allanamiento a la jueza Awilda Reyes expone las grietas profundas de un sistema judicial manipulado desde las altas esferas. Según él, la Procuraduría General, bajo la dirección de Francisco Domínguez Brito, favorece a ciertos sectores, persigue a otros, y actúa como parte de un entramado político que distorsiona la justicia.
Zapete critica duramente al entonces presidente de la Suprema Corte, Mariano Germán, por acusar públicamente a la magistrada Reyes antes de que existiera un proceso legal formal, lo que, a su juicio, lo descalifica éticamente para juzgarla. Señala además que se omite deliberadamente la responsabilidad del magistrado Arias Valera, a quien se le atribuye el rol de “mensajero de las órdenes superiores” para direccionar fallos judiciales. Zapete pregunta por qué no se incluyen en las investigaciones a los jueces que favorecen con sentencias de no ha lugar a figuras como Félix Bautista.
El comunicador asegura que la magistrada Reyes queda “entrampada en las patas de los caballos”, al igual que otros jueces que se niegan a someterse a presiones internas. Para Zapete, la justicia dominicana vive uno de sus momentos más oscuros desde la reforma de 1997, donde —según afirma— “a los perversos les va mejor” y los jueces íntegros son castigados o silenciados.