El comunicador José Luis Mendoza enfatizó la necesidad de que la sociedad eduque a los jóvenes sobre los riesgos de sus decisiones, especialmente tras recientes accidentes de tránsito que involucraron adolescentes.

Mendoza recordó tragedias pasadas, como el accidente de San Francisco de Macorís en 2019, y señaló que hechos similares se siguen repitiendo en distintas ciudades del país. “Hay que tratar de establecer en ellos un temor sano a los riesgos que deciden tomar”, expresó, destacando la importancia de la educación vial y del acompañamiento familiar.

El periodista subrayó que la prevención debe complementarse con la conciencia social y recordó campañas anteriores que mostraban vehículos accidentados en las calles como advertencia. “La educación y la conciencia se fortalecen como los músculos; se ejercitan”, concluyó, llamando a padres y comunidad a actuar antes de que ocurra otra tragedia.

Mendoza insistió en que la responsabilidad no recae únicamente en la Policía ni en las autoridades viales, sino también en el hogar y la escuela. Señaló que la combinación de educación, supervisión familiar y campañas preventivas podría reducir significativamente los accidentes entre adolescentes.

Asimismo, recordó que los accidentes no discriminan y que cualquier familia podría verse afectada. Destacó que, aunque la buena crianza no garantiza total seguridad, sí puede disminuir riesgos si se establece un límite claro y un acompañamiento constante.

Finalmente, Mendoza hizo un llamado a la sociedad para que aprenda de los errores del pasado. “No podemos seguir pasando la página; necesitamos generar conciencia sobre la fragilidad de la vida y los peligros que enfrentan nuestros jóvenes cada día en las calles”, concluyó.

El comunicador también hizo un llamado a las autoridades para mantener y reforzar las campañas de prevención, insistiendo en que mostrar las consecuencias reales de la imprudencia ayuda a que los jóvenes comprendan mejor los peligros que enfrentan.

Finalmente, Mendoza invitó a la sociedad a reflexionar sobre la cultura de la prevención, la responsabilidad compartida y la necesidad de reforzar valores que fomenten la prudencia. “Cada accidente es una lección que no debemos olvidar; actuar ahora puede salvar vidas mañana”, concluyó.