Santo Domingo. – El expresidente de la República, Hipólito Mejía, advirtió sobre la existencia de una “amenaza real” al pluralismo y al multilateralismo en el escenario internacional. Sus declaraciones fueron ofrecidas en un discurso virtual durante la reunión de la Alianza Progresista, celebrada en Argentina.

Mejía afirmó que existen “indicios claros” de que algunas naciones poderosas buscan imponer una agenda extremista y polarizada, bajo la premisa de que “el que no está conmigo está contra mí”. Según explicó, esta visión ideológica ha impulsado lo que muchos analistas denominan la “guerra arancelaria”, con la que se castiga a los países que defienden su autodeterminación.

El exmandatario sostuvo que esta confrontación ha traído consigo un aumento del desprecio hacia los pobres, el miedo al extranjero, la banalización de la política y el irrespeto hacia instituciones académicas y organismos de cooperación solidaria. En su opinión, esta tendencia erosiona los valores democráticos y pone en riesgo la convivencia pacífica entre las naciones.

Durante su intervención, Mejía hizo un llamado a fortalecer los espacios de diálogo y cooperación internacional, resaltando que solo a través del respeto a la diversidad política y cultural se podrán superar los desafíos globales actuales.

El expresidente dominicano concluyó destacando la importancia de que países como la República Dominicana sigan defendiendo el pluralismo, el respeto a la soberanía y el multilateralismo como ejes fundamentales para garantizar un orden mundial más justo y equilibrado.

Mejía también alertó que el auge de las noticias falsas y la manipulación mediática se han convertido en herramientas de esa agenda polarizada, distorsionando la percepción de la realidad y debilitando la confianza de los pueblos en la democracia. Enfatizó que la desinformación no solo confunde, sino que erosiona la institucionalidad y fomenta divisiones internas en las naciones.

Finalmente, el exmandatario reiteró que la única manera de enfrentar estos retos es con la unidad de los pueblos, el respeto al derecho internacional y el fortalecimiento de los organismos multilaterales. “No podemos permitir que el extremismo sustituya la cooperación ni que el miedo derrote la solidaridad”, puntualizó.