Tras el escándalo por la destitución de jueces acusados de vender sentencias, Affe Gutiérrez Gil, esposo de la comunicadora Sara Pepén, pidió públicamente que se reevalúe su proceso judicial. Gutiérrez fue condenado en dos ocasiones a 30 años de prisión por decisiones de los magistrados José Dionisio Dubergé y Víctor Mejía Lebrón, hoy investigados por corrupción. Ambas condenas fueron posteriormente revocadas por la corte de apelación por falta de pruebas y contradicciones en los testimonios.
El implicado afirmó que desde 2010 había solicitado a la Suprema Corte de Justicia investigar a los jueces, sin recibir respuesta. Señaló que su caso estuvo marcado por “irregularidades graves”, como testigos inexistentes y violaciones a los principios del debido proceso. En su opinión, si su denuncia hubiera sido atendida, varios actos de corrupción judicial se habrían evitado.
Gutiérrez denunció que el sistema judicial ha perdido credibilidad, acusando a parte de la judicatura y del Ministerio Público de abusar del poder. Además, llamó a un reordenamiento del sistema y a la revisión exhaustiva de todas las sentencias emitidas por los jueces cuestionados, con el fin de garantizar justicia para todos los afectados.