En Moscú, el boxeo vivió una de sus noches más sorprendentes cuando el namibio Julius Indongo derrotó al campeón mundial ruso Eduard Trojanowski. Apenas habían transcurrido 39 segundos del combate cuando Indongo conectó un poderoso zurdazo que impactó de lleno en la mandíbula de su rival.

El golpe, calificado por expertos como un nocaut espectacular, dejó sin opciones al púgil ruso, quien buscaba su victoria número 26 de manera consecutiva. Con esta hazaña, Indongo arrebató el cinturón superligero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), en un resultado que sacudió al mundo deportivo.

La contundencia del triunfo posiciona al namibio como una nueva fuerza en la categoría, mientras Trojanowski deberá replantearse su estrategia tras perder el título en su propia casa. La pelea quedará registrada como una de las más rápidas y decisivas en la historia reciente del boxeo internacional.