Una cámara de seguridad captó el momento en que un niño de 7 años fue secuestrado frente a la casa de su padre en Milwaukee. El menor, identificado como Jamal White, fue interceptado por tres individuos, dos de ellos armados, mientras montaba su bicicleta sobre la banqueta la tarde del viernes.

En las imágenes, difundidas tras el suceso, se observa cómo una camioneta bloquea el paso del sedán donde viajaba el padre del menor. De inmediato, dos hombres descienden armados, obligando al padre a huir hacia su casa. El niño corre tras él, pero uno de los atacantes lo atrapa, lo carga y regresa corriendo al vehículo, que se marcha de inmediato.

Minutos después, se activó una Alerta Amber en todo el estado. Gracias a la colaboración ciudadana y la rápida acción de las autoridades, Jamal fue localizado sano y salvo la noche del sábado, a unos 11 kilómetros del lugar del secuestro.

En redes sociales, el padre del niño explicó que su reacción inicial fue por temor a un asalto. “Demonios, claro que corrí. Lo hice porque pensé que iban a robarme, no a llevarse a mi bebé”, escribió en una publicación de Facebook, donde agradeció a Dios por el regreso seguro de su hijo.

Hasta el momento, tres personas han sido detenidas en relación con el secuestro, incluyendo un menor de 14 años. La investigación sigue en curso.

Intento de secuestro en EE.UU.

En Estados Unidos, el intento de secuestro es considerado un delito grave que puede conllevar severas penas, incluso si la víctima logra escapar sin sufrir lesiones. Las sanciones varían según el estado, pero en la mayoría de las jurisdicciones, este tipo de delito es clasificado como felonía de segundo o primer grado, especialmente si se usa violencia, amenazas, armas o si la víctima es un menor de edad. Las penas pueden incluir entre 5 y 20 años de prisión, aunque en casos agravados, como intento de secuestro con intención de causar daño físico o cometer otro delito (por ejemplo, agresión sexual), las condenas pueden ser incluso mayores.

En el estado de Florida, donde ocurrió el caso reciente, el intento de secuestro es penalizado severamente bajo el Capítulo 787 del Código Penal de Florida. Si se demuestra que hubo intento de privar ilegalmente de la libertad a otra persona mediante fuerza o coacción, el acusado puede enfrentar hasta cadena perpetua en casos agravados, y al menos 15 años de prisión si se trata de un secuestro en grado de tentativa sin lesiones graves. Además, pueden agregarse cargos adicionales como asalto, robo o uso ilegal de un vehículo en la comisión del crimen.