Euri Cabral ha encendido el debate con sus recientes declaraciones sobre una posible estrategia geopolítica de Estados Unidos para expandir su influencia y control sobre territorios clave. Según Cabral, el expresidente Donald Trump ha manifestado abiertamente su intención de anexar a Canadá como el estado número 51 de la Unión Americana, lo que ha generado preocupación y un intenso debate sobre sus verdaderas motivaciones.
Trump y su ambición de expansión territorial Durante el pasado Super Bowl, Donald Trump sorprendió al mundo al declarar que su propuesta de convertir a Canadá en un estado estadounidense no era una broma, sino una intención real. Su argumento se basa en la supuesta debilidad comercial de EE. UU. frente a Canadá, que según él representa una pérdida de 200,000 millones de dólares. El Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, rechazó estas afirmaciones, asegurando que la relación comercial entre ambos países es equitativa y beneficiosa.
Cabral advierte que esta estrategia de Trump podría ir más allá y afectar a otras naciones, específicamente Groenlandia y República Dominicana, que podrían ser los próximos objetivos de expansión o dominio económico bajo la política de “América Primero”. Según el analista, la estrategia de Trump busca fortalecer a EE. UU. frente a China, asegurando el control de mercados y recursos clave antes de que el gigante asiático logre acuerdos comerciales con países estratégicos.
El papel de República Dominicana y las tierras raras Uno de los puntos más preocupantes que destaca Cabral es la creciente presión de EE. UU. sobre República Dominicana en relación con las “tierras raras”, un grupo de 17 elementos químicos fundamentales para la fabricación de tecnologías avanzadas. China domina este mercado a nivel mundial, y EE. UU. busca impedir que países aliados, como República Dominicana, establezcan acuerdos comerciales con el gigante asiático.
La reciente visita del senador Marco Rubio al país refuerza esta teoría. Cabral señala que su presencia tenía como objetivo principal garantizar que la explotación de tierras raras en territorio dominicano se realice bajo control estadounidense. El Ministro de Energía y Minas, Joel Santos, ha confirmado que existen evaluaciones en curso y que se esperan anuncios oficiales para el 2026. Sin embargo, Cabral advierte que la negociación debe ser justa y beneficiosa para la República Dominicana, sin caer en presiones geopolíticas desfavorables.
Consecuencias y estrategias de negociación Cabral enfatiza que el gobierno dominicano debe adoptar una postura firme en la defensa de sus intereses económicos. Si bien la relación con EE. UU. es fundamental, la soberanía nacional y los beneficios para el país deben ser la prioridad en cualquier acuerdo. La posibilidad de que EE. UU. convierta a República Dominicana en un “hub” de semiconductores podría ser una alternativa viable, pero sólo si la negociación se realiza en términos justos y equitativos.