Santo Domingo, RD – 14 de julio de 2025 — El comunicador Alberto Vargas hizo un llamado público y emotivo para que se le permita descansar en paz al legendario merenguero Rubby Pérez, fallecido hace tres meses en la tragedia del techo colapsado en la discoteca JetSet. Vargas expresó su malestar ante lo que considera un “circo mediático” en torno a la figura del artista desde el mismo día de su muerte.

Durante su intervención en el programa El Ritmo de la Mañana, Vargas lamentó que desde el fatídico 8 de abril, cuando Rubby perdió la vida junto a más de 200 personas, no ha cesado la exposición pública de detalles innecesarios sobre su fallecimiento. Criticó fuertemente a algunos miembros de la familia del cantante, especialmente a la diseñadora Michel Reynoso, a quien acusó de protagonizar una constante campaña de atención.

“Desde el mismo día de la tragedia no nos han dado un respiro. Cada semana hay una nota de prensa, un drama nuevo, una entrevista. Por favor, déjenlo descansar. Nos tienen hartos”, expresó el comunicador con visible indignación, reiterando que el artista merece una despedida digna, sin escándalos.

Vargas también cuestionó el homenaje realizado recientemente en el Teatro Nacional, considerando que fue prematuro y que no se le ha dado tiempo al público ni a los fanáticos de Rubby Pérez de asimilar su pérdida. Aclaró que, si bien respeta la forma en que cada familia maneja su duelo, considera que la memoria del artista ha sido maltratada por la exposición constante y el sensacionalismo.

El comunicador reconoció la dimensión artística y humana de Rubby Pérez, a quien definió como una figura clave en la música dominicana que acompañó a varias generaciones con su voz. “Su música forma parte de nuestras despedidas, reencuentros, alegrías y tristezas. Su legado es eterno, pero su memoria merece serenidad”, afirmó.

El llamado de Alberto Vargas ha generado reacciones divididas entre quienes comparten su opinión y quienes consideran válidas las expresiones públicas de dolor de la familia. Sin embargo, su mensaje deja clara una petición: que cese el ruido y se le brinde paz a un ícono de la música que marcó la historia del merengue en la República Dominicana.