En el programa de investigación de Nuria Piera, se reveló que la Iglesia Católica importa una amplia variedad de productos utilizando las exenciones fiscales concedidas por el Concordato firmado en 1954. Entre los hallazgos figuran artículos tan comunes como limpiadores, utensilios domésticos, ropa íntima, herramientas y grandes cantidades de productos de higiene personal. Estas importaciones se realizan libres de impuestos, amparadas en privilegios legales concedidos a las organizaciones sin fines de lucro.
La investigación detalla que, entre enero de 2016 y abril de 2017, la Iglesia importó desde diversos países —incluyendo Francia, Alemania, Tailandia y Canadá— bienes que podrían adquirirse fácilmente en el mercado local. También se registró la entrada de 57 vehículos, ascensores, paneles solares, equipos de refrigeración y miles de artículos destinados a diócesis de todo el país. Los montos declarados, que ascienden a millones de pesos, generaron cuestionamientos sobre el verdadero uso de estas prerrogativas.
El reportaje señala que, aunque la ley permite exenciones para instituciones sin fines de lucro, estas deben mantener límites claros. Los especialistas entrevistados advirtieron que el volumen y naturaleza de algunas importaciones pueden indicar un uso desproporcionado de los beneficios fiscales. El trabajo concluye destacando la necesidad de mayor regulación y transparencia para evitar que estas prácticas se conviertan en un mecanismo de ventaja económica injustificada.