Durante una íntima y divertida participación en Chévere Nights, el legendario merenguero Sergio Vargas compartió con el público parte de su filosofía de vida, la cual, según él, lo mantiene feliz, centrado y lejos del bullicio de la capital. Entre ocurrencias, anécdotas y frases memorables, dejó claro que su bienestar emocional y espiritual viene de vivir una vida sencilla, rodeado de gente auténtica, y lejos de los “hipócritas y hambrientos” —como él mismo definió a algunos capitaleños, entre risas y pullas.

Sergio habló sin filtro de temas como el amor, la soledad y las relaciones humanas, asegurando que hay dos maneras de extrañar a una persona: del ombligo para arriba y del ombligo para abajo. La frase, cargada de humor y verdad, provocó carcajadas en el set y se convirtió rápidamente en tendencia en redes. “Si usted está pasando por algo con su pareja… no deje de detenerse”, reflexionó, con ese tono sabio y pícaro que lo caracteriza.

Al finalizar, soltó otra de sus joyas filosóficas: “En el cielo no hay carne fea”, dejando claro que la belleza —como la felicidad— está en el corazón y no en la superficie. Sergio Vargas demostró, una vez más, que no solo es una leyenda del merengue, sino también un pensador popular caribeño, lleno de autenticidad, picardía y esa lucidez que solo da el tiempo… y el campo.