El Palacio de Justicia de Santiago permanece bajo estricta militarización tras el traslado de María Trinidad Núñez, empresaria investigada por presunto lavado de activos. Núñez, propietaria del reconocido Gran Salón en la Plaza del Paseo, fue llevada desde el Centro Vista del Valle de San Francisco de Macorís, generando expectación mediática y reforzando el clima de tensión en torno al caso.

La empresaria había obtenido libertad condicional hace dos meses bajo una fianza de un millón de pesos gestionada a través de una aseguradora, luego de que se declarara irregularidad en su detención. Su traslado a Santiago se produce en medio de nuevas diligencias judiciales, despertando especulaciones sobre la magnitud de la investigación y posibles vínculos con redes financieras ilegales.

Autoridades no han ofrecido detalles sobre nuevas pruebas, pero la fuerte presencia militar ha llamado la atención de ciudadanos y analistas, que consideran la medida una señal de la sensibilidad del caso. El proceso continuará bajo la jurisdicción de Santiago, donde se decidirán los próximos pasos legales frente a las acusaciones de lavado de activos.