Damasco, 14 de julio de 2025 – El sur de Siria se encuentra sumido en una grave crisis de seguridad tras enfrentamientos entre tribus beduinas y combatientes drusos en la provincia de Suwayda, que han dejado al menos 37 muertos y más de 100 heridos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La violencia estalló el domingo en el barrio de Al-Maqous, cuando un comerciante druso fue secuestrado por beduinos, lo que desató una serie de represalias y enfrentamientos armados. El Ministerio del Interior sirio expresó su “profunda preocupación” y anunció el despliegue de unidades militares en coordinación con el Ministerio de Defensa para restaurar el orden, imponer seguridad y procesar a los responsables.

Sin embargo, la situación se complicó aún más cuando aviones de combate israelíes atacaron tanques sirios en la zona, justificando su intervención como una medida para proteger a la comunidad drusa y evitar el despliegue militar sirio cerca de su frontera.

La comunidad drusa, que representa una minoría significativa en la región, ha expresado su desconfianza hacia el nuevo gobierno sirio liderado por Ahmed al-Sharaa, acusándolo de alinear fuerzas con grupos suníes extremistas. Algunos líderes drusos han solicitado protección internacional y han rechazado la intervención del gobierno central.El conflicto refleja las tensiones sectarias persistentes en Siria desde el derrocamiento de Bashar al-Assad en diciembre de 2024. A pesar de los esfuerzos por integrar a las facciones minoritarias en la nueva estructura militar, la falta de instituciones estatales efectivas ha dificultado la restauración de la paz en áreas como Suwayda.

La situación ha provocado desplazamientos masivos de civiles, algunos de los cuales han buscado refugio en países vecinos como Irak. La comunidad internacional, incluidos actores como Estados Unidos y la ONU, han instado a un alto el fuego inmediato y al inicio de un proceso de diálogo para garantizar la protección de las poblaciones vulnerables .