El gobierno de Estados Unidos anunció que impondrá una tarifa adicional de 250 dólares para las visas de no inmigrante, como parte de los cambios establecidos en el proyecto de ley “One Big Beautiful Bill”, recientemente firmado por el presidente Donald Trump.

La medida contempla un aumento del 250 % en el costo actual de las visas, afectando directamente a quienes soliciten permisos para turismo, estudios, trabajo temporal, intercambio cultural y otras categorías similares.

Este nuevo ajuste podría entrar en vigor a partir del 1 de octubre de 2025, coincidiendo con el inicio del nuevo año fiscal en los Estados Unidos. Autoridades indicaron que la implementación busca financiar mejoras en el sistema migratorio y reforzar el control de entradas al país.

La decisión ha generado preocupación entre ciudadanos extranjeros y agencias de viajes, que advierten sobre el impacto económico que este incremento tendrá en familias y estudiantes internacionales.

Aunque aún se espera la publicación oficial en el Registro Federal, se anticipa que el Departamento de Estado y otras agencias involucradas comiencen a aplicar la medida en los próximos meses.

Diversos sectores han reaccionado con críticas a la medida, señalando que podría reducir significativamente el flujo de visitantes y estudiantes internacionales, afectando sectores como el turismo, la educación y el comercio. Universidades estadounidenses también han expresado preocupación, ya que un aumento en el costo de las visas podría desalentar la llegada de estudiantes extranjeros, quienes representan una importante fuente de ingresos académicos.

Por su parte, expertos en política migratoria advierten que este incremento puede ser interpretado como una barrera económica para ciertos países, especialmente aquellos con menores recursos, y podría deteriorar las relaciones bilaterales con naciones aliadas. Mientras tanto, consulados y embajadas se preparan para una eventual avalancha de solicitudes antes de que la nueva tarifa entre en vigor.