El comunicador Virgilio Feliz manifestó su indignación frente a lo que calificó como “comunicación cloaca” y ataques personales malintencionados en redes sociales y medios alternativos. En defensa de Faride Raful, Feliz criticó los señalamientos personales que, según dijo, han traspasado los límites del debate político: “Eso tiene que pararse y no lo vamos a aceptar”.

Feliz pidió una distinción clara entre la crítica política legítima y los ataques personales. “Una cosa es cuestionar el accionar de un funcionario y otra es ensuciar su vida personal, a su familia, con calumnias y bajezas”, expresó. Subrayó que muchos comunicadores formales han sido blanco de ese tipo de difamaciones y que ya es hora de ponerles un alto.

El comentarista también cuestionó el silencio de ciertas autoridades sobre la situación de funcionarios públicos con cargos sin funciones claras, reclamando que se aclare el estatus legal de una figura que, según él, sigue cobrando sin desempeñar sus funciones desde 2021. “Desde ese año le estamos regalando un salario a ese caballero”, denunció.

Finalmente, hizo un llamado a enfrentar judicialmente este tipo de prácticas y a no seguir dándoles tribuna. “Hay que tener el valor de frenar esto y enfrentar a los que promueven campañas sucias, sin importar de dónde vengan”, concluyó.

Virgilio también reveló que sostuvo una conversación reciente con la senadora Faride Raful, a quien expresó su respaldo ante los ataques que ha recibido. Señaló que estos señalamientos incluso han afectado emocionalmente a su entorno familiar. “¿Cómo uno acepta que a su hijo lo estén acosando por redes sociales por cosas que dicen de su madre?”, cuestionó con firmeza, dejando claro que su apoyo a Raful no es solo político, sino también humano.

En su intervención, el comunicador denunció además que este tipo de contenidos difamatorios son muchas veces patrocinados por sectores con poder, tanto del presente como del pasado, para intentar desestabilizar figuras públicas. “Aquí hay gente que le da dinero a esa basura digital. Alguien tenía que ponerle coto a eso, y si hay que armarse de valor para frenarlo, que así sea”, sentenció Feliz.