SANTO DOMINGO.— Un fuerte revuelo político causaron las recientes declaraciones de Guillermo Moreno, presidente de Alianza País, quien anunció que la alianza electoral de su partido con el Partido Revolucionario Moderno (PRM) concluyó tras las elecciones del 19 de mayo de 2024. Moreno dejó claro que su organización política actuará de ahora en adelante con independencia del gobierno de Luis Abinader.

La respuesta no se hizo esperar. Diputados de distintas bancadas, principalmente del PRM y la Fuerza del Pueblo, criticaron duramente a Moreno. Fran Ramírez, legislador por San Juan, y Eugenio Cedeño, representante de La Romana, señalaron que el excandidato a senador no logró impulsar sus aspiraciones ni las de su partido en las provincias, a pesar del apoyo que recibió del PRM. “Le dimos la oportunidad y llevamos a su hombre de confianza, pero su discurso no conecta con la población,” expresó Ramírez.

Desde la Fuerza del Pueblo, calificaron a Moreno de falto de lealtad, destacando que desde la campaña era evidente su falta de compromiso con alianzas políticas. “Guillermo Moreno no entiende el significado de la palabra lealtad,” afirmó un legislador, recordando que el excandidato abandonó alianzas clave y no respondió a las oportunidades que se le brindaron.

Moreno, por su parte, reiteró que Alianza País mantendrá su apoyo a las luchas sociales y a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, reafirmando sus líneas políticas históricas, pero sin vínculos con el gobierno actual.

Además, varios diputados coincidieron en que la ruptura con el PRM podría debilitar aún más a Alianza País, un partido que ha tenido dificultades para consolidar su base electoral en los últimos años. “La independencia de Guillermo Moreno no solo es simbólica, sino que también podría aislar a su partido de posibles alianzas futuras que le permitan crecer políticamente,” comentó un legislador anónimo.

Por otro lado, analistas políticos señalan que este distanciamiento refleja la creciente fragmentación en la política dominicana, donde los líderes buscan consolidar sus propios espacios sin depender de grandes coaliciones. En ese sentido, el movimiento de Moreno podría ser visto como una estrategia para reposicionar a Alianza País como una opción alternativa, aunque enfrentará el reto de ganar protagonismo sin el respaldo de partidos mayoritarios.