El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este viernes el acuerdo bipartidista aprobado por la Cámara de Representantes que pone fin al cierre de Gobierno más largo en la historia del país, tras 43 días de paralización que afectaron a cientos de miles de empleados federales y diversos servicios públicos.

La medida, respaldada tanto por republicanos como demócratas, restablece temporalmente el financiamiento federal y permitirá que las agencias gubernamentales vuelvan a operar con normalidad. El acuerdo fue el resultado de intensas negociaciones en el Congreso y busca dar tiempo para continuar el debate sobre el presupuesto y la seguridad fronteriza, el tema central que originó la disputa.

Durante su declaración tras la firma, Trump aseguró que “el país nunca ha estado en mejor forma”, aludiendo al crecimiento económico y la baja tasa de desempleo. Sin embargo, también calificó el cierre como un “desastre a corto plazo provocado por los demócratas”, quienes, según él, creyeron que la crisis beneficiaría sus intereses políticos.

El mandatario describió la ley como una “increíble victoria para el pueblo estadounidense” y afirmó sentirse honrado de “hacer que el país funcione de nuevo”. El acuerdo garantiza el pago retroactivo a los empleados federales afectados y la reapertura de parques nacionales, oficinas de inmigración y otras dependencias.

Aunque el acuerdo ha sido recibido con alivio generalizado, expertos políticos advierten que el debate sobre el muro fronterizo con México —la principal causa del enfrentamiento legislativo— sigue sin resolverse. La Casa Blanca adelantó que el presidente insistirá en asegurar fondos adicionales para reforzar la seguridad en la frontera sur, una de sus promesas más emblemáticas de campaña.