VIRGINIA — El exdirector del FBI, James Comey, se declaró este lunes “no culpable” de los cargos que lo acusan de obstruir una audiencia congresional. La defensa de Comey afirmó que el caso en su contra es producto de una venganza política orquestada por el presidente Donald Trump y su administración.
Según su defensa, la demanda presentada tras el nombramiento de la fiscal Lenci, exabogada vinculada a Trump, busca castigar a Comey por decisiones pasadas, y constituye una acción de retaliación política más que un procedimiento judicial imparcial. La defensa solicitó además que se declare ilegal el nombramiento de la fiscal y pidió un juicio rápido donde sean los ciudadanos estadounidenses quienes determinen su suerte.
El caso, altamente controversial, está programado para iniciar el 5 de enero, y ha generado atención nacional por involucrar a un exfuncionario de alto rango y cuestionamientos sobre la influencia de intereses políticos en el sistema judicial estadounidense. La defensa insiste en que se trata de un proceso motivado por venganza personal y política, más que por violaciones legales comprobadas.