
Consternación ha generado el hallazgo de los cuerpos sin vida de una mujer haitiana y su hijo de apenas 18 meses de nacido, encontrados en las proximidades del río Panzo, en la comunidad Dos Brazos de este municipio.
Los fallecidos fueron identificados como Oni Toussaint y su pequeño hijo. De acuerdo con informes preliminares, ambos cuerpos estaban en avanzado estado de descomposición y presentaban señales visibles de violencia, lo que ha encendido las alarmas sobre un posible doble crimen.
Hasta el lugar se desplazaron representantes del Ministerio Público, miembros del Departamento de Investigaciones Criminales (DICRIM) y de la Policía Científica, quienes trabajan en la recolección de evidencias para esclarecer las circunstancias del hecho.
Las autoridades no han ofrecido detalles sobre posibles sospechosos ni el móvil del crimen, pero confirmaron que se encuentran en proceso de investigación para determinar las causas exactas de las muertes.
Este trágico suceso ha conmocionado a residentes de Dos Brazos y comunidades cercanas, quienes piden justicia y mayor seguridad en la zona fronteriza.
Migración haitiana
La migración haitiana hacia la República Dominicana ha sido un fenómeno histórico impulsado por factores como la pobreza, la inestabilidad política y la falta de oportunidades en Haití. Muchos ciudadanos haitianos cruzan la frontera en busca de empleo, especialmente en sectores como la agricultura, la construcción y el servicio doméstico, donde suelen desempeñar trabajos informales y con escasa protección laboral. Esta migración ha generado una presencia significativa de haitianos en territorio dominicano, algunos con estatus legal, pero muchos en situación migratoria irregular.
El tema ha sido motivo de tensiones sociales y políticas, alimentado por preocupaciones sobre la seguridad, el empleo y la identidad nacional. Las autoridades dominicanas han implementado políticas migratorias más estrictas, incluyendo deportaciones y operativos de control fronterizo, mientras que organizaciones de derechos humanos han denunciado casos de discriminación, xenofobia y violaciones a los derechos de los migrantes haitianos. Aunque ambos países comparten la isla de La Española, las diferencias económicas y sociales continúan marcando una relación compleja y muchas veces conflictiva.