Derek Hugo se volvió viral por su carisma y espontaneidad, pero su historia es mucho más que un video gracioso. A sus jóvenes años, este niño dominicano lucha contra una condición médica llamada artrogriposis congénita, que limita sus movimientos articulares. Junto a su madre, Carolina, emigró a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades médicas. Con una sonrisa contagiosa y un sombrero lleno de estilo, Derek recibió a los medios para contar, con sorprendente madurez, el desafío que enfrenta. Su actitud revela una fortaleza admirable y una claridad de propósito que inspiran a todos los que lo conocen.

Actualmente, Derek se prepara para una serie de cirugías que podrían mejorar significativamente su movilidad. Ya se han completado sus estudios genéticos, y un equipo de especialistas en el Presbyterian se alista para operar primero sus brazos y luego sus piernas. Aunque confiesa tener algo de miedo, lo afronta con optimismo, consciente de que cada intervención lo acerca a su sueño: volver a caminar. Recibe terapias físicas que han mejorado su habilidad para tareas cotidianas, como comer solo, y continúa sus estudios desde casa, demostrando un rendimiento sobresaliente, especialmente en matemáticas.

Más allá del tratamiento, Derek tiene grandes aspiraciones: quiere ser médico y ayudar a niños con condiciones similares a la suya. También ha aprendido a lidiar con la discriminación, recordando a quienes lo subestiman que su discapacidad no lo define. “No se alejen —dice—, no les haremos daño”. Su historia es un llamado a la empatía, a valorar las capacidades por encima de las apariencias, y a creer en el poder transformador del amor, la ciencia y la voluntad.