Hansel Almonte, un joven de 24 años condenado por robo de identidad y estafa, reaparece con un testimonio desgarrador desde la cárcel de La Victoria. A pesar de estar tras las rejas desde hace dos años, continuó delinquiendo mediante el uso de celulares y tarjetas dentro del penal. Lo más alarmante es que incluso tras ser expuesto en un reportaje previo de Linette Vargas, las estafas siguieron, evidenciando la gravedad del descontrol carcelario en República Dominicana.
El recluso, quien asegura haber estafado a más de 4,000 personas, se comunicó con el equipo de investigación por sentirse amenazado y temer por su vida. Hace menos de un mes fue brutalmente agredido dentro de su celda durante un allanamiento. Las imágenes muestran heridas profundas en su rostro y torso. Hansel denuncia que las drogas, armas y celulares circulan libremente en el penal, introducidos presuntamente por los propios agentes del sistema penitenciario.
Aunque no minimiza el daño causado, afirma estar arrepentido y suplica una segunda oportunidad para rehacer su vida, estudiar, trabajar y conocer a su hija nacida el mismo día que fue encarcelado. Entre lágrimas, pide perdón especialmente a Erick Acevedo, una de sus víctimas. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿es este el inicio de su redención o una nueva maniobra de manipulación? Mientras tanto, la corrupción y la impunidad dentro de las cárceles siguen expuestas, sin señales claras de reforma.