Cada semana, miles de personas ingresan a Perú después de haber emprendido un viaje de casi 3,000 kilómetros desde sus hogares en Venezuela. Muchas son familias jóvenes que caminan y viajan en autobús o camión, llevando sus pertenencias en sus mochilas.

Esta situación es una prolongación de una de las mayores crisis migratorias del mundo. En los últimos años, las tensiones políticas y las dificultades económicas han provocado que más de 6 millones de personas abandonaran sus hogares en Venezuela. Como consecuencia, la mayoría viaja a otros países de América del Sur, como Perú, Colombia o Chile.

 

A finales de 2021, Médicos Sin Fronteras (MSF) comenzó a gestionar puestos de salud para migrantes que viajan a través de la región fronteriza norte de Tumbes y en áreas de Lima, la capital de Perú, que es el principal destino para los migrantes venezolanos en el país.