Las autoridades estadounidenses divulgaron fragmentos de las conversaciones telefónicas que Omar Matin sostuvo con la policía durante la masacre en el Club Pulse en Orlando, el 12 de junio. Matin, atrincherado en los baños del club con varios rehenes, se comunicó tres veces con el 911 entre las 2:35 y 3:24 de la madrugada, mientras perpetraba el ataque que dejó 49 muertos y 53 heridos. En su primera llamada, se identificó como autor del tiroteo, habló en árabe y declaró lealtad a un grupo terrorista, aunque el FBI censuró esos nombres por respeto a las víctimas y para proteger la investigación.

Durante las llamadas, Matin hizo amenazas específicas, afirmando que había colocado explosivos en el exterior del lugar. “Afuera hay un vehículo con bombas. Lo voy a encender si hacen algo estúpido”, advirtió a los negociadores. Las autoridades confirmaron que estas amenazas no se materializaron. El atacante se rehusó a continuar la comunicación luego de la tercera llamada. Finalmente, alrededor de las 5:00 a.m., un equipo SWAT irrumpió en el club y abatió al atacante.

El FBI también informó que, tras una rigurosa revisión balística, se determinó que ninguna de las víctimas fue alcanzada por disparos de la policía durante el operativo. La revelación de estas llamadas refuerza la narrativa de que Matin actuó movido por una combinación de fanatismo, odio y confusión interna, mientras el país sigue lidiando con el impacto de uno de los atentados más atroces contra la comunidad LGBTQ+ en la historia reciente.