Autoridades estatales y federales descubrieron este jueves un túnel de 49 pies de largo y 16 de profundidad oculto bajo una losa de concreto en la Cárcel de Aguaruto, Sinaloa, tras contener una violenta riña entre internos la tarde del miércoles. El pasadizo, que aún estaba en construcción y no desembocaba al exterior, fue hallado debajo de una cama durante un operativo de revisión de más de diez horas, tras el cual se aseguraron armas de fuego, cargadores, artefactos explosivos, drogas y equipos de comunicación.
La fuerte movilización se desató cuando presos dispararon desde las azoteas del penal y detonaron explosivos para amedrentar a los custodios. Fotografías y videos divulgados en redes sociales muestran a un grupo de reos atrincherados en la sección alta de los edificios. Fue necesaria la intervención de una fuerza conjunta para retomar el control. Tras calmar la revuelta, se procedió al desalojo del túnel y al aseguramiento de pruebas que apuntan a un intento de fuga y al establecimiento de una base operativa del crimen organizado dentro de la prisión.
Como medida de seguridad, las visitas familiares fueron suspendidas temporalmente. Varios dolientes, incluidos padres de internos, denunciaron su preocupación. “Mi hijo lleva dos meses aquí y apenas lo he visto —lamentó una madre—; ¿qué pasa si lo trasladan al penal federal que piden las autoridades?”, preguntó entre sollozos.
En respuesta, la Coordinación General del Consejo Estatal de Seguridad Pública de Sinaloa urgió el traslado inmediato de reos de alta peligrosidad a centros penitenciarios federales, para evitar que Aguaruto continúe siendo “un centro de operaciones” de las organizaciones criminales que operan en la región. Las autoridades anunciaron que reforzarán la vigilancia y revisiones periódicas en todas las secciones del penal.
El Centro Penitenciario de Aguaruto, ubicado en Culiacán, Sinaloa, es una de las cárceles más conocidas y controvertidas de México. A lo largo de los años, este penal ha estado en el centro de múltiples escándalos relacionados con fugas, riñas violentas y operaciones del crimen organizado desde el interior. Su población carcelaria incluye tanto a reos por delitos comunes como a internos de alta peligrosidad vinculados a cárteles del narcotráfico, lo que ha convertido al centro en un foco de atención constante para las autoridades estatales y federales.
A pesar de los esfuerzos por reforzar la seguridad, el penal ha sido señalado por deficiencias estructurales, corrupción interna y fallas en el control del orden. El reciente hallazgo de un túnel en construcción, oculto bajo una cama de concreto, así como armas, explosivos y equipos de comunicación, ha evidenciado una vez más la fragilidad del sistema penitenciario en Sinaloa. Las autoridades han suspendido las visitas familiares temporalmente y se ha planteado la necesidad urgente de trasladar a los reos más peligrosos a prisiones federales para evitar que Aguaruto continúe siendo un centro de operaciones del crimen desde dentro de sus propias paredes.
