Aunque para muchos su uso parece inofensivo, fumar hookah o pipa de agua se ha convertido en una costumbre cada vez más popular en República Dominicana, con serios riesgos para la salud. Este artefacto, que permite inhalar tabaco saborizado, tiene un origen incierto entre India, Persia y Turquía, y hoy en día es parte de la oferta de bares, drinks y discotecas del país. Sin embargo, estudios y autoridades sanitarias advierten que esta práctica no es tan inocua como aparenta: la hookah produce los mismos daños que fumar cigarrillos, e incluso peores.

Según la neumóloga Maribel Jorge, presidenta del Club Rotario de La Vega, el uso de hookah ha aumentado un 123 % entre jóvenes y adultos, y se estima que uno de cada cinco estudiantes de nivel primario y secundario la consume. La falsa percepción de que el agua filtra las sustancias nocivas contribuye a esta tendencia, pero la Organización Mundial de la Salud ha advertido que una sesión de hookah equivale a inhalar el humo de más de 100 cigarrillos. Además, análisis de boquillas y tubos realizados en establecimientos dominicanos revelaron presencia de microorganismos peligrosos como E. coli, streptococcus y otros agentes capaces de provocar infecciones graves.

El Dr. Reyes, especialista consultado, enfatizó que el uso compartido de la hookah es el mayor foco de contagio de enfermedades bucales y respiratorias. “Ese pitillo puede ser un reservorio de bacterias de hasta 50 personas en una semana. Algunas bacterias sobreviven por días o semanas en ambientes secos”, explicó. Los riesgos van desde infecciones orales hasta complicaciones graves como meningitis o abscesos cerebrales. Ante este panorama, expertos recomiendan evitar el uso compartido del dispositivo o, mejor aún, abstenerse completamente de su consumo.