Funcionarios del gobierno de Estados Unidos encendieron las alarmas esta semana al advertir ante el Senado que es solo cuestión de tiempo para que cárteles mexicanos intenten atacar suelo estadounidense utilizando drones cargados con explosivos. Sin embargo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, minimizó la amenaza y aseguró que no existe motivo de preocupación, aunque confirmó la presencia de estos aparatos en territorio mexicano.
Desde la capital mexicana, Sheinbaum afirmó que hasta el momento no hay registros de que algún narcodron haya cruzado la frontera hacia Estados Unidos. “No hay nada de qué preocuparse, aunque sí debemos estar atentos”, expresó. La mandataria subrayó que existe una colaboración constante con agencias estadounidenses como el CBP, el FBI y otras fuerzas federales.
El secretario de Marina respaldó las declaraciones presidenciales, reiterando que no se ha detectado ningún dron explosivo operando en la frontera norte. Pese a ello, el gobierno mexicano aseguró estar preparado ante cualquier eventualidad que pueda surgir con el uso de estas tecnologías por parte del crimen organizado.
Las declaraciones de Sheinbaum llegan luego de que altos funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. y del FBI alertaran sobre el uso cada vez más sofisticado de drones por parte de grupos criminales, especialmente el Cártel de Sinaloa. Según estos informes, los narcodrones han sido utilizados dentro de México y podrían pronto ser empleados para transportar explosivos o drogas hacia territorio estadounidense.
A pesar de estas advertencias, la presidenta mexicana insistió en que la situación está bajo control y que las autoridades mexicanas mantienen una comunicación fluida y permanente con sus contrapartes en EE.UU. También señaló que la estrategia de seguridad de su gobierno contempla la vigilancia aérea y el monitoreo de tecnología utilizada por el crimen organizado.
Mientras tanto, en círculos de seguridad y política en Washington crece la presión para que el gobierno mexicano tome medidas más firmes contra el uso de drones por parte de los cárteles. Legisladores estadounidenses han solicitado reforzar la cooperación bilateral y aumentar los recursos para la detección y neutralización de estos dispositivos antes de que representen una amenaza directa en suelo estadounidense.