Un video difundido en un blog vinculado al crimen organizado muestra a varios individuos que se identifican como sicarios y dicen ofrecer protección a Joaquín “El Chapo” Guzmán en una cárcel de máxima seguridad de Estados Unidos. En las imágenes los interlocutores aseguran tener “comprados” a guardias y disponibilidad de teléfonos, drogas y personal para facilitar cualquier traslado o fuga, lo que ha encendido alarmas por la veracidad y el alcance de la amenaza.
Fuentes oficiales recuerdan que El Chapo fue extraditado y se encuentra recluido bajo custodia federal; las declaraciones del material viral, de confirmarse, implicarían delitos graves como conspiración y corrupción de funcionarios. Especialistas en seguridad y fiscales consultados advierten que videos de este tipo pueden ser diseñados para intimidar, pero también constituyen evidencia potencial que obliga a una investigación exhaustiva por parte de las autoridades competentes.
Organismos judiciales y penitenciarios deben esclarecer rápidamente el origen del material y determinar si existen redes internas que faciliten comunicaciones o privilegios ilícitos dentro del sistema carcelario. Mientras tanto las autoridades federales y los operadores penitenciarios han sido instados a reforzar protocolos, revisar posibles complicidades y ofrecer información pública verificada para evitar pánicos y especulaciones que puedan afectar procesos judiciales en curso.