En una llamada en vivo al programa Resumen Final, conducido por Félix Victorino, una ciudadana identificada como María de los Ángeles relató un hecho alarmante que pone en entredicho la confianza en las autoridades. Según narró, fue víctima de un atraco en el elevado del Monumento de Santiago y, al acudir a poner la querella horas después, se encontró cara a cara con el mismo policía que —asegura— la había asaltado. Ante el temor por su seguridad, decidió retirar la denuncia y regresar a su casa.
La denunciante afirmó que el problema de la corrupción policial no se resuelve solo con aumentos salariales, sino con una depuración total del cuerpo del orden. “Estamos desamparados en este país, ni querella ponemos ya porque no hay confianza”, expresó. Su testimonio refleja un sentimiento generalizado de inseguridad y desprotección ciudadana frente a quienes deberían garantizar la ley.
Félix Victorino calificó el relato como una muestra del deterioro institucional y la pérdida de credibilidad en la Policía Nacional. Sin embargo, recordó que el ministro de Interior y Policía, Monchy Fadul, había declarado que gran parte de las denuncias de criminalidad respondían a una “percepción” y no a una realidad concreta. La historia de María de los Ángeles, junto a otros casos recientes, reabre el debate sobre la magnitud de la corrupción y la urgente necesidad de reformas estructurales en el sistema de seguridad del país.