El capitán Carlitos Polanco, agente del Cuerpo de Seguridad Presidencial, se ha convertido en un símbolo de entusiasmo en la avenida Máximo Gómez con César Nicolás Penson. Con 28 años de servicio, 18 de ellos dedicados a la seguridad presidencial, este policía destaca por su estilo enérgico, amable y profundamente humano al dirigir el tránsito cada mañana. Sus gestos de cordialidad, su sonrisa constante y su costumbre de encomendarse a Dios antes de iniciar sus labores lo han convertido en figura admirada por conductores y transeúntes.
Quienes pasan diariamente por su intersección describen a Polanco como un ejemplo de compromiso público. Conductores y peatones aseguran que su presencia transforma la experiencia del tránsito en una carga de energía positiva, y muchos consideran que debería recibir un ascenso por su entrega. Relatos de ciudadanos, religiosas y compañeros de trabajo destacan que Carlitos no solo dirige el tráfico: inspira disciplina, respeto y alegría, elementos poco comunes en un entorno tan exigente como la vía pública.
El capitán Polanco, residente en la comunidad de El Mamey en Yamasá y padre de cinco hijos, afirma que su actitud proviene de su hogar y de su fe. Nunca ha recibido una falta en toda su hoja de servicio, mérito por el cual fue reconocido recientemente por el Cuerpo de Seguridad Presidencial. Su ejemplo confirma que la vocación y el entusiasmo pueden transformar el servicio público y elevar el ánimo de toda una comunidad.