Con el inicio de la serie especial Mujeres en Cautiverio, se abre una ventana a una realidad poco visible: la vida detrás de los muros del Centro Penitenciario y de Rehabilitación Najayo Mujeres, ubicado en la provincia de San Cristóbal. Este recinto forma parte del nuevo modelo penitenciario dominicano, cuyo objetivo es ofrecer a las internas una oportunidad real de reformarse y reinsertarse en la sociedad. En la actualidad, 307 mujeres cumplen condenas por delitos que van desde homicidios hasta narcotráfico, en una estructura con capacidad para 309.
Najayo Mujeres opera bajo un sistema disciplinario que incluye uniformes diferenciados según el estatus legal de las internas: azul para condenadas y verde para preventivas. Las instalaciones están remozadas y distribuidas en nueve pabellones con teléfonos, televisores y áreas de lavado. Cada pabellón lleva nombres con mensajes de superación como símbolo de esperanza. Las jornadas comienzan antes de las 7:00 a.m. y se extienden hasta pasadas las 10:00 p.m., con un enfoque centrado en la educación, la formación técnica y el desarrollo humano.
Más del 90 % de las privadas de libertad están involucradas en programas educativos, y entre un 13 y 14 % cursan estudios universitarios. Además, se imparten talleres en áreas como lencería, repostería, cosmetología y confección textil, con el apoyo de INFOTEP. En esta primera entrega, se presentó una visión general del funcionamiento del centro. En las próximas entregas, Mujeres en Cautiverio promete mostrar testimonios íntimos de las internas y los retos emocionales, sociales y personales que enfrentan día a día.