Una dolorosa tragedia sacudió a la comunidad de Huimanguillo, Tabasco, donde una niña de 10 años perdió la vida tras caer en un pozo artesanal, seguido por cuatro familiares que intentaron rescatarla. Bellanira Jiménez jugaba cerca del hueco, utilizado previamente para quemar basura y apenas cubierto con ramas, cuando cayó en él. A medio descenso, se desmayó por los gases tóxicos acumulados en el lugar.

El horror no terminó ahí. Su hermano Gerardo, al verla caer, se lanzó en su auxilio, seguido por otros dos familiares y un vecino, todos víctimas del mismo destino. En total, cinco personas —entre ellas tres menores— murieron al inhalar gases venenosos en el interior del pozo, cuya estructura precaria carecía de medidas de seguridad. Las imágenes del rescate, captadas por autoridades y vecinos, muestran el esfuerzo de los bomberos por sacar los cuerpos con cuerdas y tanques de oxígeno.

Las autoridades locales ya iniciaron la clausura del pozo y anunciaron una revisión exhaustiva de al menos otros 30 pozos similares en la zona, los cuales representan una amenaza latente. La comunidad, envuelta en duelo e impotencia, clama por medidas preventivas para evitar que tragedias como esta vuelvan a repetirse.