PUERTO PRÍNCIPE.– Estados Unidos ha intensificado su presión sobre Haití para que la Fuerza de Eliminación de Bandillas, recientemente aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU, sea liderada por países con reconocido poderío militar. Así lo aseguró Hedeon Yin, director ejecutivo del Centro Haitiano de Análisis e Investigación en Derechos Humanos, quien destacó que la participación de potencias militares fortalecería la eficacia de la misión en el país caribeño.
El gobierno estadounidense también instó al Consejo Presidencial de Transición de Haití a implementar un plan que acelere la transformación política en la nación, subrayando que Haití debe asumir un papel activo en la resolución de su propia crisis. Esta presión se da en un contexto de creciente violencia y de presencia de grupos armados que amenazan la estabilidad del país, poniendo a prueba la capacidad del Estado para garantizar seguridad y orden.
Expertos internacionales coinciden en que el liderazgo de naciones con experiencia militar podría dotar de estructura y recursos a la operación, pero advierten que su implementación dependerá del consenso del Consejo de Seguridad y de la coordinación efectiva con las autoridades haitianas. Mientras tanto, la población local sigue enfrentando la inseguridad cotidiana y espera que la comunidad internacional actúe de manera efectiva para restablecer la paz.